lunes, 21 de julio de 2008

SARA: YO SOY ASÍ ¿Y QUÉ?


Sara es una mujer de 23 años, alta, delgada, voluptuosa, de cabello negro… una estudiante universitaria como cualquier otra… En su cartera siempre carga: el maquillaje, los papeles, el celular y una billetera. También carga una carpeta negra con tres cuadernos, un diccionario de ingles y unos catálogos. Todas las mañanas se arregla con dedicación: cabello cepillado, manicure perfecto y botas elegantes, siempre utiliza tacones, nunca la ven con tennis… Desde hace algún tiempo algunos de sus compañeros piensan que es una “Chica Prepago”… A nadie le consta… A nadie debería importarle.

Ese viernes 27 de junio, Sara se levantó a las 9:30 de la mañana, se bañó, desayunó y se arregló meticulosamente, debía ir a trabajar. Se colocó su blusa escotada, su jean azul ajustado y sus botas de cuero negras; el perfume no podía faltar, la correa de cuero negra y sus anillos de plata. Sara tiene estilo, no se viste con ropa de marca, no la necesita, lo importante es que se vea bien. Ella no trabaja todos los días, solo unas tres o cuatro veces a la semana, gana buen dinero, ella misma paga su universidad, compra su ropa y paga las cuentas de la casa. Es una buena chica, no le hace daño a nadie, no se mete con nadie, y no habla mal de nadie; aunque la otra gente siempre trata de hacerle daño, de meterse en lo que no les importa y de hablar lo que no les consta.

La vida de esta estudiante universitaria es un poco complicada, muchas veces no alcanza a llegar a clases por el extenso horario de trabajo, muchos profesores no le reciben los ensayos después de la fecha estipulada, cuando son trabajos en grupo, ella decide hacerlos sola, porque no le queda tiempo para reunirse con nadie, en su trabajo, la llaman el día anterior para avisarle que tiene que ir a cumplir con su deber…

Ese día, después de desayunar, salió a la avenida a coger la buseta, eran la 10:30 a.m. entraba a las 11:00 a.m. “Voy con el tiempo justó” –pensó- , se subió a un colectivo, era mucho más rápido. Llegó a la empresa y arregló lo necesario para cumplir con sus labores del día, debía ir con tres niñas más, dos rubias y una pelirroja, todas igual de bonitas, con su pelo largo, pero mucho más delgadas, “en este empleo no reciben niñas gordas, ni bajitas ni feas” “el prototipo es una niña modelo”. “Por eso nos pagan bien”.

En el contrato decía que se trabajaría hasta las 5:00 de la tarde, las seis horas reglamentarias, pero el evento se extendió hasta las 6:30. “Otra vez voy a llegar tarde a clase” pensó Sara, “Bueno, ni modo, no me puedo ir, o si no, no me vuelven llamar…” A las 6:45 estaba en el paradero de Soacha para coger un taxi, empezó a llover a cántaros, se mojó todita, se le corrió el maquillaje y se le dañó el cepillado, el que llaman “Blower” que le había costado $8.000 la noche anterior.

- Señor por favor lléveme a la calle 75 con Cra 15 pero lo más rápido que pueda…. Necesito llegar urgente. – Dijo Sara al taxista-.

- Bueno, yo trato, pero con esta lluvia…. El trancón debe estar tenaz…- Dijo el taxista-

Mientras el taxista manejaba, Sara repasaba y leía el trabajo que había hecho dos días atrás, “Espero que esté bien, necesito una buena nota” -Pensaba-, luego trató de arreglar su maquillaje y de secarse un poco, pero era inútil. La verdad a esa hora ya no le importaba demasiado su apariencia, debía llegar rápido a entregar el ensayo…

Después de Una hora y quince minutos, llegó a la universidad, pagó $15.000 al taxista y se acercó a la puerta principal de la universidad. El vigilante que la ve llegar apurada todos los días le pregunta ¿Su carné?, Sara le dice, “ya se lo muestro”, pero en medio de su angustia, no lo encuentra, pierde cinco valiosos minutos tratando de encontrarlo…

- Ahí señor, no lo encuentro, pero usted me ve todos los días, déjeme entrar esta ves y le prometo que mañana si lo traigo…

- Sin carné no la puedo dejar entrar…

- Ahí Dios Mío, y ahora …¿Qué hago?....¡No!, ¡Espere! Aquí lo tengo, Yo sabía…

- Bueno, siga….

Sara entra a la universidad, son las 8:05, está cansada de usar sus botas de cuero negras de tacón alto, sube las seis escaleras para llegar al salón de clases, ella sabe que coger el ascensor es imposible, casi nunca sirve, es solo para “Gente privilegiada”, profesores o personal con llave especial… ¡Qué ironía! … Bueno ya está acostumbrada.

Llega al salón de clases pero la profesora ya se ha ido… Salió hace como 5 minutos –le dice un compañero-, entonces ella recorre toda la universidad en busca de la profesora, no la encuentra. “Maldición” porqué me pasa esto a mí…

A las 8:20 de la noche llega a la cafetería, pide un café, y un paquete de papas, se encuentra con dos amigas, se sientan en una mesa, para charlar sobre las cosas del día. Sara está cansada, mojada y de mal genio. Pero nadie tiene la culpa, así que ni modo, será hablar con la profesora otro día…

En otra mesa, se comenta, -“Claro” ahí llegó otra vez, tarde, eso fue que no hizo el trabajo, y ¿Por qué vendrá con el pelo mojado? “Claro” debe haber salido de alguna residencia…. Já… ¡Que vergüenza!-, y sigue el cuchicheo típico de toda cafetería de cualquier universidad.

A Sara no le importa lo que dicen, igual, ella tiene su conciencia tranquila, “¡que hablen lo que quieran!, lo que me da mal genio es que después me estén saludando como si fueran mis mejores amigos”. En la universidad, se aprenden muchas cosas, sobre todo acerca del comportamiento humano, al principio a Sara le afectaban los comentarios, pero después aprendió que la gente habla de los demás, porque no tienen nada interesante de que hablar sobre ellos mismos…la envidia es un sentimiento que corroe a las personas, y peor aún si se dan cuenta que con todo lo que hablan no le hacen daño a la “directamente afectada”.

Sara le cuenta lo que hizo todo el día a su amiga Diana. ¿Y no estás cansada? –Ella pregunta-. “Pues un poquito nada mas, pero ya me conoces, yo nunca me quejo”. –¿Y que vamos a hacer esta noche? -Pregunta la otra amiga- ¡Pues, es viernes…¡vámonos de rumba! ¡Uhh…uhh…uhh!. A las 9:00 de la noche, las dos amigas van al baño a maquillarse, a prepararse para “La rumba”, salen de la universidad y algunos compañeros están pendientes a ver que es lo que estas chicas tan “populares” van a hacer hoy…

Se acerca Miguel y con tono lujurioso pregunta ¿Y que… a donde es la rumba hoy?, Sara le contesta… vamos a salir con unos amigos. –Ah… ya veo…. ¿Y de dónde son sus amigos? ¿Amigos con camioneta me imagino?-Pregunta Miguel. Y Diana dice pues si ¿Y qué?. Entonces Miguel se aleja, pensando “Claro” estas viejas van a salir con unos traquetos, eso ya se sabe. Eso es lo que deduce este personaje, quien se mete en lo que no le importa y a quien no le consta nada, pero por pura envidia eso es lo que le comenta a sus otros amigos. Quienes son iguales que él, personas que deberían estar ocupadas en sus asuntos y no estar pendiente de tanto chisme…

Sara trabaja con una importante empresa de licores en el País, es promotora, a veces trabaja en eventos de protocolo. Labora 6 horas y se gana $80.000 o $120.000 al día. Siempre debe estar muy bien arreglada, al igual que sus compañeras, siempre trabajan dos rubias, una pelirroja y una pelinegra, “a los clientes de esa conocida marca de cerveza toca consentirlos”, entregarles premios y sacarse fotos con ellos. Es política de la empresa contratar a niñas agradables a la vista, la belleza es importante en este trabajo. “Ni modo, estamos en tiempos difíciles y se deben aprovechar las oportunidades”.

Sara no es una “Chica Prepago” como la gente piensa, igual a ella eso la tiene sin cuidado…. Dicen que es una perra… Pero a nadie le consta, igual que hablen lo que quieran… Si se lo comprueban, eso es diferente, y si así fuera, a nadie debería importarle. Por eso ella está tranquila, no se pueden obtener pruebas de lo que no existe…. Pero en fín, la Universidad en parte es para eso, para aprender a “Lidiar con la gente”, para tener conocimientos nuevos, para conocer a otras personas y para ¡Irse de rumba!. Son las 9:40. Recogen a Sara y a Diana, van a disfrutar la noche, mientras otros se muerden los codos por no poder hacer lo mismo…Já.

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